¿Es suficiente la mística? Cuando estamos a pocas horas de otro enfrentamiento ante un local, la mística celeste se vuelve a instalar en todos los rincones, ya no solo en los de Uruguay, en los de toda América. |
La realidad marca que es verdad que en tres de las últimas cuatro Copas América hemos tenido el enorme placer de vencer y eliminar a los organizadores de la competición, léase Argentina, Venezuela y Paraguay. Así también es verdad que en 1997 y 1993 enfrentamos a los locales por fase de grupos con la necesidad imperiosa de ganar y no lo hemos logrado. Así como en 1987 dejamos afuera a Argentina, que venía de ser Campeón del Mundo, también en el ’89 perdimos la final con Brasil en Maracaná un 16 de Julio. Los que creemos que solo eso nos basta, en este caso, para llegar a semifinales estamos equivocados. Gran parte de este grupo quedó eliminado en Brasil ante el local en semifinales de la Copa Confederaciones, el mismo grupo que eliminó a Argentina en Santa Fe. La mística está. La estadística marca que somos superiores a los chilenos, marca que hace 32 años que no nos ganan por Copa América y también marca que no nos intimidan los locales, marca que somos el Rey de América y que nos podrán ganar si, pero que nos aferraremos con uñas y dientes hasta el pitazo final con la esperanza de llegar a una fase más de la competición. La estadística también marca que la última victoria de Chile fue en el mismo Estadio donde jugaremos mañana. Las estadísticas, al fin y al cabo, solo marcan precedentes y están hechas para romperse. Lo dijo Tabárez, los insultos nos agrandan. Chile siempre ha jugado un lindo fútbol y últimamente nos ha costado mucho obtener resultados positivos ahí, pero el último antecedente está y lo saben tanto como nosotros. Uruguay no se achica, puede jugar bien, regular, mal o muy mal, pero no se achica. El Estadio Nacional de Santiago será un hervidero, pero ojo, puede transformarse en una olla a presión. Esta mística que mencionamos crece minuto a minuto, con cada gol chileno que no llegue lo van a tener más presente y ahí si es donde puede incidir, como le pasó a Argentina que cada minuto que pasaba mas se convencía que no podía y cuando ellos mas se convencían que fallaban mas sabíamos que la victoria era nuestra. A no creer que ganaremos solo por esto, pero tampoco se convenzan que por ser locales nos van a dejar afuera. La historia tal vez no incida en el resultado, pero está ahí, y lo saben tan bien como lo sabemos nosotros, no nos hagan ole, no nos ninguneen, no crean que son superiores porque juegan ahí. Otros lo han pagado muy caro, no siempre, pero puede ser mañana la roja no pueda con la celeste, como tantas otras veces.
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